Envejecer a la gente

Los bancos económicos, algunas instituciones oficiales, las empresas privadas, de unos años al presente, se dieron a la novedosa tarea de envejecer a las personas que solicitan trabajo estable. En el primer caso, las agencias prestadoras de dinero con intereses controlados por el gobierno colombiano, se “cuidan” de conceder créditos a personas de cierta edad. Fijan “topes”, lo que para esas casas prestamistas equivale a un seguro según sus cálculos que, concordante a los años tenga el acreedor, podrá cumplir sus compromisos bancarios antes que previos exámenes de su salud, aparezca “la pelona” y deba cancelarse definitivamente la deuda.

RECHAZADO
Un reconocido ciudadano necesitaba un préstamo para cancelar deudas familiares. El empleado de la entidad solidaria le preguntó por su edad. Pasaba de los cincuenta y cinco años. “Imposible”, le contestó el agente tras la ventanilla. “Las disposiciones del Banco no autorizan préstamos con clientes en tales condiciones cronológicas”, parece que fue la lacónica "Este texto reproduce una investigación juiciosa socio histórica, que narra el viacrucis sufrido por los pueblos indígenas de la América, en plena ebullición geopolítica".

Marco Tulio Calderón Peñaloza, Rector UGC. explicación del bien entrenado servidor. Total, tales agencias envejecen a las gentes por sus convenien cias económicas y el fenómeno explicativo opera en organismos del Estado y en esta forma, mi llones de personas altas en edad, son inservibles, algo así como que ya no hacen parte de la so ciedad, inútiles según esas sentencias, inhábiles, cuando a los once lustros el hombre actual es productivo, creativo e innovador.

En Asia y los países desarrollados, las grandes empresas son impulsadas y lideradas por personas mayo res de 60 años.

Fue en el gobierno co lombiano de Carlos Lleras Restrepo que declaró la sentencia según la cual, por decreto a los 40 años de edad, la producción de una persona obrera o empleada finiquitaba y para ella no había “puesto”. Pero las obligaciones hogareñas del solicitante no ofrecían tregua alguna. La absurda decisión del mandata rio en su momento, creó el caos social y el ejército de los des ocupados creció desmesurado, como las espumas de las aguas negras de las ciudades.

FACULTADES MENTALES Algo ha cambiado a la fecha y el panorama es favorable a las necesidades sociales de quienes buscan trabajo estable, para la subsistencia personal y familiar.

Si se visitan empresas, oficinas, instituciones oficiales y otras de pendencias, es dable observar al personal laborioso, integrado por sujetos de edad apreciable: mayores de 40 y 50 años en su mayoría, pero también jóvenes de uno y otro sexo, que al lado de los primeros recogen expe riencias buenas en la ejecución de los oficios y tareas fijadas. De ahí que la propiedad horizontal se haya convertido en uno de los sectores de la economía que genera empleo para este grupo de personas, supuestamente avanzadas en edad y poco pro ductivas para otras empresas.

En el panorama oficial del mundo, la vejez es la que gobierna hoy en la mayoría de los países. Y Nadie alude a la ancianidad de los líderes que mane jan con sucesivas reelecciones a los millones de súbditos. Mandatos populares, autoritarios, democráticos o dictatoriales; da lo mismo, pues se acata la experiencia de quienes, algunos sin reemplazo, orientan las riendas del Poder con personal sabiduría y sello de lo que ha cen, en bien o mal de sus humanos gobernados. Lleras Camargo, Lleras Restrepo, López Michel sen, Turbay Ayala, Betancur Cuartas, ya "Debemos vislumbrar un siglo XXI de esperanza y un tercer milenio de lucha por la vida y el progreso basado en el respeto Historias de Trenes, abre a los ojos la necesidad y promociona la construcción de los ferrocarriles en Colombia para no quedar al margen del progreso global. de la biodiversidad en las naciones de la Gran Colombia". Marco Tulio Calderón Peñaloza, presidente Asociación Universidades de Gerney Ríos González América. tenían altos años de edad, al asumir la presidencia y nadie les aplicó la pírrica norma que rezaba ser “viejo” o “veterano” a los cuarenta. Sus mandatos fue ron llevados a cabo con lucidez, con aciertos o desaciertos en su labor ejecutiva, por mandato de pueblos en las urnas.

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