El derecho a realizar una
convocatoria propia en PH
Las convocatorias por derecho propio tienen su propia dinámica
Los cambios incomodan, llaman la atención, atraen y algunos
nos deslumbran, es el caso en la actualidad con la tendencia
y la amplia divulgación de la Inteligencia Artificial
– IA – maravilloso tema, atractivo y se volvió conversación
del diario vivir, lo recibimos y bienvenidas todas las herramientas
que nos puedan ayudar a mejorar nuestro trabajo, que nos permitan
tener más tiempo para producir mejores resultados, para mi
familia, para mí mismo, así la están vendiendo.
oímos una voz de alerta por la IA y
no precisamente de parte de una
persona que sí conoce del tema,
son las autoridades mundiales, los
que conocen a profundidad hasta
dónde ha llegado el asunto, a
quiénes afecta y cómo los afecta,
pero no porque la herramienta
sea mala en sí, es por cómo la
usamos los que en un principio
quedamos descrestados con el
nuevo término y lo adoptamos
casi sin preguntarnos para qué,
cómo, dónde, en qué momento,
en qué medida, si es artificial,
quién la hizo?
Solo haz un análisis pequeño,
¿cuánto lees diariamente?, ¿cuánto
analizas lo que lees?, ¿qué ideas
llegan a tu mente cada mañana?,
¿cuándo haces un trabajo, lo revisas
cuántas veces antes de entregarlo?,
¿cuándo te comunicas por
escrito lees antes de enviar el texto?
Y ahora piensa, quieres mejorar
y hacer las cosas cada vez mejor?,
si tu respuesta es sí, entonces
empieza por aprender a usar las
nuevas herramientas como la IA
en la justa medida y no permitas
que cada día tu raciocinio y capacidad
de pensar y crear se disminuya,
no delegues lo importante a
una máquina, no entregues tu capacidad
de producir a un extraño,
no permitas que otros piensen,
analicen y produzcan a tu nombre,
para que cuando menos pienses
tengas que decir, me hubiera gustado
que fuese diferente, eso no
era lo que yo había pensado, eso
no fue lo que quise decir.
Solo para pensar y reflexionar,
apartes de lo que dice la UNESCO
sobre la IA.
“Inteligencia artificial:
ejemplos de dilemas éticos
IA en el Tribunal de Justicia
El uso de la IA en los sistemas judiciales
alrededor del mundo está
aumentando, lo que crea más preguntas
éticas para explorar. Es de
suponer que la IA podría evaluar
los casos y aplicar la justicia de una
manera mejor, más rápida y más
eficiente que un juez.
Los métodos de la IA pueden
tener un enorme impacto en una
amplia gama de esferas, desde las
profesiones jurídicas y el poder judicial,
hasta la ayuda en la adopción
de decisiones de los órganos
públicos legislativos y administrativos.
Por ejemplo, pueden aumentar
la eficiencia y la precisión
de los abogados, tanto en el asesoramiento
como en los litigios,
con beneficios para los abogados,
sus clientes y la sociedad en su
conjunto.
Los sistemas informáticos
existentes para los jueces
pueden complementarse y mejorarse,
mediante herramientas de
inteligencia artificial para ayudarles
a redactar nuevas decisiones.
Esta tendencia a utilizar cada vez
más los sistemas autónomos, se
ha descrito como la automatización
de la justicia.
Algunos sostienen que la IA podría
contribuir a crear un sistema
judicial penal más justo, en el que
las máquinas podrían evaluar y sopesar
los factores pertinentes mejor
que los humanos, aprovechando
su velocidad y su gran ingestión
de datos. Por consiguiente, la IA
tomaría decisiones basadas en decisiones
informadas y carentes de
todo sesgo y subjetividad.
Pero hay muchos
desafíos éticos:
● La falta de transparencia de
las herramientas de la IA: Las decisiones
de la IA no siempre son
inteligibles para los humanos.
● La IA no es neutral: Las decisiones
basadas en la IA son
susceptibles de inexactitudes, resultados
discriminatorios, sesgos
incrustados o insertados.
● Prácticas de vigilancia para
la recopilación de datos y la privacidad
de los usuarios de los
tribunales.
● Nuevas preocupaciones por
la equidad y el riesgo para los derechos
humanos y otros valores
fundamentales.
Entonces, ¿te gustaría ser juzgado
por un robot en un tribunal?
¿Aún y cuando no estemos
seguros de cómo llegaría a sus
conclusiones?
La IA crea arte
El uso de la IA en el área de la
cultura plantea interesantes reflexiones
éticas.
En 2016, un cuadro de Rembrandt,
“El Próximo Rembrandt”,
fue diseñado por una computadora
y creado por una impresora
3D, 351 años después de la muerte
del pintor.
Para lograr tal proeza tecnológica
y artística, se analizaron 346
pinturas de Rembrandt píxel por
píxel y se escalaron mediante algoritmos
de aprendizaje profundo,
para crear una base de datos
única. Cada detalle de la identidad
artística de Rembrandt, pudo entonces
ser capturado, sentando así
las bases de un algoritmo capaz
de crear una obra maestra sin precedentes.
Para dar vida al cuadro,
una impresora 3D recreó la textura
de las pinceladas y las capas de
dolor en el lienzo para un resultado
impresionante, que podría engañar
a cualquier experto en arte.
Pero, ¿quién puede ser designado
como el autor? La compañía
que orquestó el proyecto, los ingenieros,
el algoritmo, o... ¿el mismo
Rembrandt?”
Tomado de: https://www.unesco.org/es/
artificial-intelligence/recommendation-ethics/
cases, por favor léalo completo en este link.
Definición de IA
“La inteligencia artificial -IA-, en
el contexto de las ciencias de la
computación, es una disciplina y
un conjunto de capacidades cognoscitivas
e intelectuales, expresadas
por sistemas informáticos
o combinaciones de algoritmos,
cuyo propósito es la creación de
máquinas que imiten la inteligencia
humana para realizar tareas y
que pueden mejorar conforme
recopilen información. Se hizo
presente poco después de la Segunda
Guerra Mundial, con el desarrollo
de la «prueba de Turing»,
mientras que la locución fue acuñada
en 1956 por el informático
John McCarthy en la Conferencia
de Dartmouth.
En la actualidad, la inteligencia
artificial abarca una gran variedad
de subcampos. Éstos van desde
áreas de propósito general,
aprendizaje y percepción, a otras
más específicas como el Reconocimiento
de voz, el juego de ajedrez,
la demostración de teoremas
matemáticos, la escritura de poesía y el diagnóstico de enfermedades.
La inteligencia artificial
sintetiza y automatiza tareas que
en principio son intelectuales y
por lo tanto, es potencialmente
relevante para cualquier ámbito
de actividades intelectuales
humanas.
En este sentido, es un
campo genuinamente universal.
La arquitectura de las inteligencias
artificiales y los procesos por
los cuales aprenden, se mejoran y
se implementan en algún área de
interés, varía según el enfoque de
utilidad que se les quiera dar, pero
de manera general, estos van desde
la ejecución de sencillos algoritmos,
hasta la interconexión de
complejas redes neuronales artificiales,
que intentan replicar los
circuitos neuronales del cerebro
humano y que aprenden mediante
diferentes modelos de aprendizaje,
tales como el aprendizaje
automático, el aprendizaje por refuerzo,
el aprendizaje profundo y
el aprendizaje supervisado.
Por otro lado, el desarrollo y
aplicación de la inteligencia artificial
en muchos aspectos de la vida
cotidiana, también ha propiciado
la creación de nuevos campos de
estudio, como la roboética y la
ética de las máquinas, que abordan
aspectos relacionados con la
ética en la inteligencia artificial y
que se encargan de analizar cómo
los avances en este tipo de tecnologías,
impactarían en diversos
ámbitos de la vida, así como el
manejo responsable y ético que
se les debería dar a los mismos,
además de establecer cuál debería
ser la manera correcta de proceder
de las máquinas y las reglas
que deberían cumplir”.
Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/
Inteligencia_artificial
A manera de conclusión y no
para generar controversias y discusiones
inútiles, analicemos: todo
lo que es artificial es porque no es
natural, eso es verdad, eso quiere
decir que alguien se dio a la tarea
de pensar, crear, imaginar, inventar
y hacer algo diferente, también
eso es cierto, entonces eso qué
quiere decir? Que todo lo que es
artificial es manipulable, sesgado
y se usa para dar los resultados
que su creador quiere que de, por
lo tanto cada vez que vaya a usar
algo artificial, tómese un momento
y analice el resultado antes de
enviarlo, para que luego no tenga
que decir, me equivoqué, eso no
era lo que anhelaba, el resultado
me hizo quedar como un repilo o
como un tonto.
No estoy diciendo que la IA no
sea buena, todo lo contrario, me
parece genial, pero bien usada y
sin dejar que me sigan mutilando
la capacidad de pensar, analizar
y crear. Todos los seres humanos
nacemos con un cien por ciento
de cerebro, dicen los más estudiosos,
que el más inteligente
solo ha llegado a usar el quince,
tal vez un veinte por ciento de
esa capacidad, qué tal si usáramos
un poco más nuestra mente,
en vez de pretender que un pequeño
porcentaje decida crear y
hacer por nosotros?. Ya que todo
lo artificial es creado por un ser
humano.
La invitación es a informarse,
lea, analice y use las herramientas
que le aporten, le generen valor,
pero sin tener que renunciar a su
propia capacidad de pensar, crear
y hacer, la IA es un apoyo real,
pensado y diseñado por otro ser
humano menos perezoso que
usted o yo, que simplemente lo
imaginó, lo creó y lo expuso a la
mayoría, a la cual le encanta que
otros hagan lo que le toca hacer
a ellos. Si eso es lo que buscaba,
dele la bienvenida a la IA y úsela
todo lo que pueda, pero hágalo
con responsabilidad y después no
tendrá que lamentarse o sentirse
frustrado por el resultado.